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Ansiedad y estrés ¿En qué se diferencian?
estrés y ansiedad en nuestro día a día
Cómo diferenciarlos
La ansiedad y el estrés son dos de los trastornos emocionales más comunes en nuestra sociedad actual, pero aunque muchas personas los confunden, existen diferencias clave entre ambos. Entender estas diferencias es el primer paso para saber como enfrentarlos y tratarlos.
ESTRÉS
El estrés es una respuesta natural del cuerpo ante situaciones que percibimos como amenazantes o desafiantes. Puede ser causado por eventos puntuales, como un examen importante, una presentación en el trabajo o una discusión con alguien cercano.
ANSIEDAD
La ansiedad, por otro lado, se refiere a una sensación de preocupación, miedo o inquietud persistente que no está necesariamente relacionada con una amenaza inmediata. Las personas anticipan que algo negativo ocurrirá en el futuro.
MOTIVOS Y CAUSAS de estos problemas psicológicos
Causas del estrés y ansiedad
Factores laborales
El exceso de trabajo, las presiones de plazos o conflictos en el entorno laboral son una causa común tanto de estrés como de ansiedad. Las expectativas poco realistas o el temor a no cumplirlas pueden generar una tensión constante.
Problemas personales
Las dificultades en las relaciones personales o familiares pueden generar gran estrés y ansiedad. Las preocupaciones sobre la salud o el futuro de un ser querido también afectan nuestro bienestar emocional.
Falta de autocuidado
No dedicar tiempo a descansar, alimentarse bien o hacer ejercicio puede provocar un desequilibrio emocional. El estrés acumulado debido a una vida sin pausas adecuadas puede desencadenar ansiedad a largo plazo.
¿Cómo tratar la ansiedad y estrés?
Principales recomendaciones
Practica técnicas de relajación
Incorporar hábitos como la meditación, la respiración profunda o el yoga en tu rutina diaria puede ser extremadamente útil para calmar la mente y reducir los niveles de ansiedad y estrés.
Haz ejercicio regularmente
La actividad física no solo mejora la salud física, sino que también libera endorfinas, las hormonas del bienestar. Caminar, correr o practicar deportes son excelentes opciones para reducir la tensión emocional.
Establece límites y prioridades
Aprender a decir no y a gestionar mejor el tiempo es clave para evitar el estrés. Organiza tus tareas y establece un equilibrio entre el trabajo y la vida personal para prevenir el agotamiento.
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